Una respuesta a “3 de Junio: El rencor como origen del cáncer”

Querido Miyo.

Está muy bien describir la verdad así… que los rencorosos y sufridos por atropellos, además de ver su bondad aplastada, a pesar de tener buenas intenciones, arrastran el mal de desarrollar un cáncer.

¿Y que hay que decir acerca de que muchas reacciones son incontrolables? ¿De que uno puede sentirse muy mal por haber confiado en la vida, en pensar que todo iva a ir bien y era una encerrona?

No se puede exigir a quien vive en la confusión de la tormenta de una emocion que tenga la lucidez y la voluntad de dirigir una nave como esta que no obedece ordenes. Es como decir a una persona que se muere de hambre: ¡pero hombre sonríe… que puedes imaginarte la comida!

Para el que vive dentro del conflicto del rencor o lo que sea, no le agrada estar así y no lo elige simplemente le esta ocurriendo esa reacción e incluso se siente impotente por ver que encima ha reaccionado mal ante un abuso, por ejemplo. Hay mucho de condicionamientos, y está cabrón que sólo la gente que tiene dinero al final pueda acceder a ayuda. Desde fuera del dolor todo se ve muy fácil y lanzar mensajes así de que el rencor te mata de cancer… como mínimo asusta. Y tampoco queda muy claro: o explicas cómo se articula el Perdón o la Liberación de esa opresión que son las emociones de malos recuerdos. Me parece encender fuegos sin dar las herramientas de cómo apagarlas y aunque me puedo equivocar… me parece como mínimo injusto.

Yo hablo desde el punto de vista en que siento identificado con la temática, pero la mayoría de los humanos llevan mal la integración de un abuso, sobre todo si hubo buena voluntad y siempre pierden los mismos. Mucha impotencia… si eres bueno, jodeté por ser tonto y entregar tu poder personal… idiota… y encima te vas a morir de cancer… Olé …

Aquí lo que impera es la ley del egoismo, que cada palo aguante su vela…que cada uno se busque la vida y no moleste a los demás con sus problemas y que además no se queje porque es poco elegante. Si se es bueno porque no se sabe ni apetece ir depredando primero, los problemas vendrán una y otra y una tercera vez… hasta que lo que uno nunca quiso ser: desconfiado en la naturaleza humana se acaba convirtiendo en la máxima de vida.

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El inconsciente es tu sombra (cognoscible e incognoscible) y todas las reacciones automáticas que hay en ti, son tu responsabilidad. Hay que descargar esta energía explosiva que las alimenta, y tener conocimiento claro de sus causas. Y no se trata de exigir nada, simplemente que las cosas son así y si no eres maestro de tu nave puedes acabar arrastrado por estos temporales y por las enfermedades correspondientes. Es como decir a una persona que se muere de hambre que sonría, que pronto no tendrá más hambre, que sus necesidades quedarán saciadas. Sea porque se vuelve capaz de vivir de sol, o sea porque muriendo deja de estar atado al cuerpo. A grandes problemas, grandes remedios.

Lo elijas o no, el conflicto eres tú, no es algo que viene de fuera. Gandhi vivía los conflictos y no era alterado por ellos. Desde luego que no elije estar ahí, pero su sombra (que es lo que tú eres, Yo Soy) le lleva a ese estado de conciencia. En realidad una y otra vez describes el estado del alma inconsciente que es arrastrada por sus rutinas, por sus reacciones emocionales no resueltas y por sus temores últimos. Dejar de creer en el dolor es el camino, en el envejecimiento, en la enfermedad y en la muerte. No hay fuera ni dentro, todos estamos en la frontera y hemos de elegir permitir ciertos pensamientos o simplemente neutralizarlos una y otra vez y compensarlos con una afirmación positiva, de confianza y de agradecimiento del cuerpo. Y ya en artículos anteriores se han dado las claves. Navega por los archivos de este blog y las encontrarás.

Ningún hombre o mujer feliz es abusador, así que quien abusa ha atravesado su propio infierno y ha quedado atado a él, por eso lo reproduce, porque sigue rechazando las causas que a su vez le hicieron ser abusado en uno u otro momento de su vida. La cadena se extiende hacia atrás, de tal manera que alguien que sale del abuso libera una larga lista de antepasados atados a esa situación.

Hoy sin embargo no se puede pontificar sobre las causas de todas las enfermedades, porque hay muchas personas que han venido sobre la Tierra con la intención de abrir los códigos genéticos de éste u otro órgano. Y por tanto no sólo tu eres el cuelpable de lo que pasa (como se dice en la nueva era), sino que hay otras causas de alteración de la salud que no dependen de una mala aspectación de tus emociones, sino de intenciones varias y objetivos múltiples.

Deja de juzgar y de poner en los demás tus opiniones, así habla quien sólo usa su cabeza, no quien se sumerge en su cuerpo y se pone a dialogar con él. Confía en el cuerpo global y deja la pesada carga de tu cabeza a un lado. Entra, agradece, pide perdón y dialoga hasta encontrar las claves en vez de sentirte frustrado porque has decidido que sólo existe el pensar, y proyectar tus temores en que eso es una condena segura para la inocente víctima. Lo tuyo es lo tuyo, deja de querer arreglarlo fuera de casa como si fueras impotente, y ponte a trabajar con tu propia arcilla y saliva. Resuelve los rencores y estas estupideces sobre ‘que cada palo aguante su vela’ dejan de tener sentido. Los demás no existen, tú creas tu realidad en gran medida, y tú la resuelves. Deja de acusar a los demás que ya tienen bastante con lo suyo y resuelve tus pendientes. Utilizas las situaciones para justificar tu protesta permanente contra el espíritu humano y nunca das los pasos necesarios para callar la mente y resolver sencillamente las pequeñas desarmonias acumuladas.

Un abrazo y ¡buen camino!
Miyo