Quiero ayudar y desarrollarme

Salud.

Me comunico con gran esperanza de amor y paz, ya que no quiero seguir en la incertidumbre acerca de lo que se está sucediendo y de lo que me estoy perdiendo. Siento que necesito adentrarme de lleno en mi interior y volver para ayudar a mis hermanos y hermanas,pues no veo otro proposito en vida que el de que un ser encuentre la paz y podamos revolucionarnos a nosotros mismos.

El dia sábado asistí a la conferencia del amor hombre y mujer y sentí aún más que lo que nos une es mucho más fuerte y simple y llanamente quiero fluir con ello.
Quiero que me ayudes Miyo personalmente si puedes a desarollarme.

Gracias.

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Querido Angelo:

Me alegro que el encuentro sobre el amor diera frutos en tu corazón. El mundo se mueve a gran velocidad y podemos elegir el vivir este cambio de manera inconsciente y que otros lo realicen, o participar en él activamente. Ésta es la diferencia entre la conciencia de cuarta y la de quinta dimensión. Primero dentro y luego fuera, esa es la ley. Así que tienes que establecer diariamente una pequeña rutina liberadora; asimilar los nuevos conceptos que palpitan en la psicosfera del planeta (puedes ver mi libro “Peldaño a Peldaño”); integrar la divinidad que eres y asumir sus responsabilidades; e implicarte en las ceremonias y convocatorias colectivas con un positivo espíritu de servicio.

La paz del corazón es uno de los logros más sencillos y liberadores del ser humano. Poder respirar energía pura y compartirla con lo que nos rodea es un gran logro, sólo digno de buenos guerreros que han combatido contra su sombra hasta que finalmente han hecho el amor con ella y se han transformado en ella.
El amor incondicional es revolucionario, e implica reconocer y bendecir a cada uno de nuestros hermanos aunque no estemos de acuerdo con ellos; sentirnos como parte de su propia esencia (ni superiores ni inferiores) y perdonar todos sus errores según van manifestándose. Asumir que cualquier papel en la vida es necesario y sagrado (también el de los que juegan la parte del miedo, la violencia y la oscuridad), y que finalmente nos hace falta un cambio drástico en el lenguaje para poder acercarnos al tema del amor incondicional, además de poner fin a las ideas que producen sentimientos de separación. Dice Jesús: “Mi voz nunca condena o atemoriza, porque mi intención permanente es bendecir a todos. Mi enseñanza es el perdón de los pecados, porque el pecado en sí no es real, se hace real cuando tú crees que se te puede herir, porque te identificas con tu cuerpo”.

Y recuerda, lo que yo hago es recordarte lo que ya sabes. No hay nada nuevo, todos llevamos dentro la codificación de la chispa divina que somos. Nunca cambiamos, jamás, pero nos hacemos amigos de esa parte sombra que también es Yo Soy. Y aceptando lo que al principio rechazamos de nosotros mismos, llegamos al centro eterno que siempre ha sido nuestro y que nadie nos ha quitado nunca, salvo nuestras creencias en que no somos dignos de tal regalo.

Un cariñoso abrazo para ti y los tuyos.
Miyo