Poemas de amor dentro de un viaje espiritual
– por Lucia M. –
Estoy aquí, mi amor. He venido.
Estoy aquí sin miedo, con el corazón abierto.
Estoy aquí por amor y fidelidad a mi misma.
Vengo desde el amor
Vengo y vendré mil veces a dar gracias a la vida por aquel momento.
Aquí mi amor, me he sentado sintiendo un vértigo nostálgico de quien se asoma al balcón de la Vida.
Mi vértigo es mágico, no me duele en absoluto.
Desde que me curé y comprendí tu regalo: nunca me dueles más.
Y vengo, vuelvo a ti. Vengo como voy. Vienes, vas. Entras en mis recuerdos,
brotas de mi interior del mismo modo que viene a mi en muchas ocasiones el deseo de regresar a Dios, el deseo de casa, el deseo de luz.
Vienes, voy, venís, vienen…y yo lo celebro.
No me resisto…porque ya no hay diferencia entre recordarte y recordar a Shiva,
Porque tus besos eternos son parte de mi alma dulce que tanto respeta tu silencio, tu ausencia física, tu partida.
Hay amores inmensos
Amores que nos transforman para siempre.
Historias que nos dejan el rostro pleno de Dios, de pureza.
Son parte de del destino.
Nada estaba en mis manos.
No hubo nada que hubiera podido evitar que sucediera lo que sucedió entre los dos. Aquel hombro en mi hombro, aquella corriente de luz, y yo ya era tuya.
Tan tuya como de la diosa.
… y tú, mi Shiva disfrazado de hombre, mi canción a la esperanza, el tubo azul por el que se llegó a deslizar mi sangre:
¿dónde estarás?
¿seguirás feliz en tu camino?
Doy gracias a la vida porque un día te toque.
Un día toqué a un hombre, fui tocada por ese hombre.
Sus manos sabían llegar hasta mi alma, acariciar aquellas partes de mi que no tienen materia física.
Sólo por eso ya podría amarte toda una vida.
Por eso aquí, imagínate, loca. Soleada y loca de amor.
Como Juana, loca, sí, una loca feliz, libre.
Una enamorada que en Éxtasis por su amado olvida todas las tonterías del mundo.
Una loca que en su hombre encuentra a Dios,
Que Shiva, el MahaKamesha, está en él,
Que el ver a Shiva me convierte en cuerda,
Que la cordura me transforma en Devi.
¿Cómo no regresar a ti entonces?
¿No volverías a caso tú a mí diez mil veces si en mis besos encontraras a MaKali?
Adiós mi amor.
He llegado a la primera puerta de mi vida y la he cruzado.
Las águilas sobrevuelan el destino azul de los días infinitos.
He llegado al otro lado. Devi viene conmigo.
Todo el planeta es ahora mi casa.
El universo me espera, amplio. Infinito.
Vuelo en paz, como a ti tanto te gustaba.
Amor libertador y eterno, gracias por éste poema desde el corazón.
Me embriago en tu poema, venero su verdad.
Gracias
Sólo los Dioses
saben de Amores
devoran de Amor,
la esencia más pura,
del Divino Amor.
Poema de su libro «Cepas con corazón, vino con Alma»
escultura:saturno devorando a su hijo