Miyo
Un cariñoso saludo a todos los guardianes y naturagentes de nuestra mamacita Gaia:
Aquí os adjunto unas palabras sabias de mi hermano y compadre Alberto Ruz sobre la estructura histórica y el sentido profundo de los Consejos de Visiones, que hemos estado convocando a partir de la creación mutua del Puente de Wiricuta en el año 88 y que, como veréis, han tenido gran repercusión en las tierras de Amerrikúa. Tuve el honor de participar en el primer congreso de Temoaia, entre los Ñañús, donde para la ceremonia de cierre acudió también el grupo de danza de Insignias Aztecas con la Nanita Guadalupe Jiménez al frente. también participé en el séptimo y décimo tercer Consejo mexicano (y otro más que no recuerdo cual es). Entre medio y esta vez en nuestras tierras hispanas, he convocado hasta diez Consejos de Visiones a lo largo e los años, en algunos de los cuales ha estado presente también Alberto, Toño Velasco Piña, y otros líderes del movimiento de conciencia.
Os dejo aquí con sus palabras que, como Testigo mexicano del cambio y heredero de Velasco Piña, resumen fielmente y con palabra clara el camino recorrido en estos 25 últimos años.
Un abrazo y que vuestro Sol del corazón siga siendo brillante, tanto en el día como en la noche
Miyo
San Agustinillo, Mazunte a 11 de enero 2018
Por Coyote Alberto Ruz
¿QUE ES EL CONSEJO DE VISIONES?
El “Consejo de Visiones de Guardianes de la Tierra” es una red informal de organizaciones civiles, grupos sociales y ecologistas, artistas, pueblos indígenas, individuos y una gran cantidad de asociaciones e instituciones diversas, todas ellas autónomas e independientes, algunas de ellas entidades jurídicas, otras no, que entre sus muchas otras actividades, organiza cíclicamente eventos públicos denominados “Los Llamados.”
Cada uno de los miles de individuos y centenares de organizaciones que forman o han formado parte de la red “Consejo de Visiones” a través de los años, se dedica a actividades completamente diferentes, en gran medida complementarias, cuyo único propósito común es contribuir, en la medida de sus posibilidades, a coadyuvar en la creación de un mundo más libre, justo, resiliente, así como a proteger a la Naturaleza y a todos los seres vivientes con los que compartimos este mismo hábitat y casa común.
De la misma manera, cada individuo u organización que se identifica con este propósito lo hace a su manera, contando con el respaldo de sus integrantes, de sus comunidades, de organizaciones locales, nacionales e internacionales.
El concepto de “consejo de visiones” proviene de las reuniones que las naciones indígenas de Norteamérica realizaban hasta fines del siglo XIX para compartir experiencias, tecnologías, dirimían disputas personales, familiares, tribales o territoriales, y durante los cuales se llevaba a cabo el trueque de saberes, productos, mercancías, semillas, manifestaciones artísticas y ceremoniales y se propiciaban enlaces entre los jóvenes para formar nuevas familias.
Parte importante de esos encuentros cíclicos, eran los círculos en torno al fuego, en los que los líderes, voceros, sabios abuelos y abuelas de cada comunidad, pueblo o nación, establecían alianzas, miraban juntos hacia el futuro y señalaban directivas de acuerdo a las visiones de sus más reconocidos profetas y videntes.
Los orígenes contemporáneos de este concepto resurgieron a principios de los años 1970’s en los primeros encuentros tribales que dieron lugar al movimiento contracultural “Rainbow internacional,” en los que se comenzaron a reunir cada año en un distinto Parque Nacional de Norteamérica, miles de personas, principalmente jóvenes, para manifestar la creación de lo que se comenzaron a llamar “Aldeas de Paz” (Peace Villages). Este nuevo género de asentamientos temporales, siempre en el verano, duran entre dos a tres meses cada año.
Los encuentros del Rainbow, abiertos a toda la gran diversidad de personas, grupos, familias extendidas, nuevas tribus urbanas, rurales y de pueblos tradicionales, y son siempre eventos gratuitos, autónomos, auto-suficientes, autos gobernados, en los que los últimos días se convoca a un “Consejo de Visiones”, inspirado por el ejemplo de los pueblos originales indígenas. Este movimiento tiene ya casi medio siglo de existir y sus encuentros se realizan en más de 30 países de los cinco continentes.
A inicios de la década de los 1990´s, un grupo de activistas, artistas y ecologistas mexicanos, inspirados por estas experiencias, decidieron adaptar esas propuestas para crear una red de redes sociales que nombraron “Consejo de Visiones de Guardianes de la Tierra,” red que con el paso de las décadas constituye hoy en día un reconocido movimiento social con distintas ramificaciones planetarias.
Desde el primer Consejo de Visiones realizado en 1991 en el centro ceremonial Ñañhu de Temoaya en el estado de México, este movimiento ha ido creciendo y ampliando el rango de sus alcances por doquier, y los grupos que forman parte de esa red realizan una amplia gama de proyectos innovadores para la promoción de una cultura de paz, el empoderamiento personal y comunitario, la ecología, los derechos humanos y el reconocimiento de los derechos jurídicos de la Madre Tierra.
Docenas de estas organizaciones, y centenares de individuos que conforman la red, colaboran y han colaborado con organismos nacionales e internacionales, y el rango de estas es tan amplio que no existe una base de datos que hasta la fecha logre incluirlas a todas.
El Consejo de Visiones como red de redes no es una organización jurídica, no tiene un cuerpo directivo, no tiene fines lucrativos, no recibe subsidios de ninguna entidad económica, política ni religiosa, todos sus integrantes somos voluntarios, ninguno percibe ningún salario, nadie es elegido y cada quien ejerce su rol por el tiempo y de la manera que decide.
El Consejo de Visiones adoptó la resolución, desde sus primeras reuniones en 1990, de realizar un encuentro anual abierto al público en general, familias, jóvenes y niños, en alguna parte de la república mexicana, basado en el diseño y montaje de las “Aldeas temporales de Paz,” en el que los asistentes, organizadores y participantes pueden encontrar distintos espacios para conocerse, interactuar, fortalecerse y articularse, antes, durante y después de cada uno de esos encuentros.
Para convocar a dichas “Aldeas temporales de Paz”, los Consejos de Visiones han adoptado el sobrenombre de “Llamados.” Estas consisten en campamentos ecológicos con duración de una semana, que aunque comenzaron a ser convocados desde el año 1990 por esta red en México, en distintas sedes del país, en la actualidad, su original diseño se ha ido replicando y adaptando libremente en distintos países de las Américas, de Europa y del resto del mundo.
Este original encuentro de trabajo social y de concientización personal- colectiva busca fomentar los valores y las disciplinas que se requieren para crear un presente sustentable, a través de talleres, dinámicas grupales, ceremonias, mesas de trabajo, presentación de documentales, círculos, terapias, tequios, conversatorios y visitas a lugares emblemáticos de la región donde se llevan a cabo los “Llamados.”
Los “Llamados” generalmente se establecen en terrenos propicios para montar el campamento, sea cercanos o dentro de alguna comunidad rural, y el Consejo se distribuye en una quincena de espacios diferentes, llamados consejos, holones, comisiones o círculos, situados dentro de la misma Aldea, que se organizan y funcionan autónomamente uno de los otros.
Los consejos enfocan sus actividades de acuerdo a sus áreas de acción e interés, los clanes se conforman con los equipos de trabajo, y las comisiones son las que se ocupan de las tareas específicas para la realización de los trabajos comunitarios, los turnos de cocina, de limpieza, de seguridad, de montaje y desmontaje del campamento, las ceremonias, los talleres o las actividades culturales.
Los consejos incluyen el de Ecología, Movimientos Sociales, Consejo de Asentamientos Sustentables de America latina-México; Arte y Cultura, Salud integral, Tradiciones, Educación, Espiritualidad, Jóvenes, Niños y Tiempo Natural, y los recursos para sus gastos provienen exclusivamente de los aportes económicos que se generan por los concurrentes a los “Llamados.”
Cada consejo programa sus propias actividades de acuerdo a sus integrantes, decidiendo por consenso, sociocráticamente o siguiendo sus propios usos y costumbres, los presupuestos para los equipos y materiales necesarios, así como para invitar a sus talleristas, ceremonialistas, abuel@s de tradición, voluntarios, artistas y especialistas del área que les corresponde.
Durante una semana los asistentes a estos consejos conviven entre sí, en base a la colaboración y el trabajo comunitario para co-crear un campamento sustentable, regido por los usos y costumbres que se han ido creando y modificando con los años, así como por los acuerdos que cada consejo adopta para lograr el propósito de lograr una convivencia armoniosa, participativa, respetuosa de las diferencias culturales, étnicas, sociales, de edad y género de todos los participantes.
El ejemplo que dichos eventos ha logrado mantener por 27 años no solo ha cambiado a miles de personas, sino que en cada sitio donde se ha llevado cabo ha dejado huellas, proyectos, formando a cientos de promotores locales, fortalecido luchas socio ambientales, y empoderado a las comunidades donde se realizó.
Este modelo de “Aldeas de Paz” también se ha adaptado a otro tipo de eventos, tales como los Foros Sociales Mundiales (en Chile, Venezuela, Brasil y la ciudad de México); los festivales Xicome en distintos estados de México; las Cumbres Tajín; el Foro de Derechos de la Madre Tierra, Foro Ríos Vivos en Puebla, así como en los festivales Ometeotl y otros semejantes.
En México los Consejos de Visiones han tenido lugar en los estados de México, Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Jalisco, Morelos, Quintana Roo y el Distrito Federal. Además, con el paso de los años, el modelo de las “Aldeas temporales de Paz” ha sido llevado a Guatemala, Costa Rica, Panamá, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Amazonia, Puerto Rico, Estados Unidos, Canadá (Congresos biorregionales), Brasil y España.
Los grupos “semilla” locales que co-organizan con el consejo semilla pionero los encuentros o “LLamados” del Consejo de Visiones, han adoptado desde 2003 nombres de especies locales, vegetales, o animales principalmente, entre ellos el Llamado del Cóndor, del Colibrí, del Aconcagua, del Arcoiris, del Espino, del Guaraguara, del Caracol, del Espino, del Sol, del Puente de Wirikuta, del Águila, de la Sábila, de la Montaña, de las Estrellas, del Venado, de Quetzalcóatl y del Agua, entre otros.
El Movimiento social que ha generado el Consejo de Visiones a través de casi tres décadas ha recibido reconocimientos y premios nacionales e internacionales, personales o colectivos, de diversas índoles e importancia. Entre ellos el de los Ministerios de Medio Ambiente en Colombia, de Turismo en Perú, de Cultura en Chile y Brasil; de la Red Global de Ecoaldeas; del Congreso Biorregional de Norteamérica; de la dirección “Harmony with Nature” en las Naciones Unidas, de la fundación Ashoka internacional, del U.S Department of State y de la Federación de Comunidades Intencionales de Estados Unidos entre otros.
Entre los logros obtenidos se puede mencionar:
*Integración de movimientos sociales, ambientales, artísticos e indígenas en cada una de sus ediciones en México y demás países donde se han realizado los “Llamados.”
*El decreto de reserva natural de la comunidad y pueblo de Mazunte, en la costa de Oaxaca, y la creación de una cooperativa ecoturistica y de productos naturales con el apoyo de la cadena internacional “Body Shop”
*Fortalecimiento del centro ecoturistico de Nanciyaga en el lago Catemaco de Veracruz
*Fortalecimiento de la red Tamu Tariachita y creación del proyecto Tierramor en el estado de Michoacán
*Fortalecimiento de la comunidad espiritual y tradicional de la red Mancomunidad Indígena Solar (MAIS) del Teopantli Kalpulli y del poblado de San Isidro Mazatepec en el estado de Jalisco
*Articulación de los movimientos biorregionales de Estados Unidos y Canadá, el movimiento Rainbow internacional y la comunidad insurgente de Tepoztlan, durante su lucha contra el Club de Golf, durante el 1er. Congreso Biorregional de las Américas
*Apoyo para la creación del centro ecoturistico “Ejido Dos Palmas” en Tulum, Quintana Roo
*Fortalecimiento de la red de organizaciones sociales e indígenas chiapanecas y de la comunidad de Tzajalá, en Chiapas
*Realización del 2º Congreso Biorregional de las Américas “El Llamado del Cóndor” en Cuzco y Machu Picchu, organizado por la Caravana Arcoíris por la Paz, con el apoyo del Consejo de pueblos andinos, del Congreso Biorregional del Norte, del Consejo de Visiones de México, de la red Arcoiris de México, del movimiento Rainbow Internacional, de la Red Global y la Red de Ecoaldeas de las Américas y del movimiento internacional de la Paz de 13 Lunas y Planetary Art Network
* Fortalecimiento a la comunidad espiritual Iztac Multiversidad en Amecameca, Estado de México
*Realización del 3er Congreso Biorregional de las Américas, “El Llamado del Beija Flor,” organizado por la Caravana Arcoíris por la Paz y la Caravana Ahimsa de Brasil, el Movimiento de Paz de 13 Lunas sudamericano, la red de ecoaldeas de Brasil y la Asociación Brasileña de Comunidades Alternativas, entre otras
*Realización de cuatro “Llamados” (del Venado, las Estrellas, del Águila y de Quetzalcóatl en el campamento Temictla, con el apoyo de la ecoaldea Nierika y de la comunidad de San Ambrosio Chalmita y la comunidad Educativa Malinalco, entre otras, para fortalecer a la red de Defensa del Corredor ecológico Chichinautzin y el bosque de aguas del Ajusco.
*Realización por segunda ocasión del “Llamado de La Sábila” en el Teopantli Kalpulli; apoyando a la comunidad de San Isidro Mazatepec para detener un proyecto invasivo y anti ecológico en ese municipio
*Convocatoria y organización del 1er Foro Mundial por los Derechos de la Madre Tierra en la ciudad de México, en junio de 2016, en el que participaron 120 organizaciones de la sociedad civil mexicanas e internacionales, 16 grupos musicales, representantes de más de 20 países y 10 etnias indígenas, evento que consiguió que los derechos de la Naturaleza fuesen incluidos en la nueva Constitución de la ciudad en su artículo 13.
*Realización del “Llamado del Agua” realizado en noviembre-diciembre de 2017 en el Coyuco Maya, Laguna de Bacalar, con su Foro del Agua y su Foro de Soberanía Alimenticia, que contó con la presencia de las principales organizaciones ambientales nacionales y del Caribe maya, una docenas de representantes de pueblos indígenas de las Américas, así como del Secretario de Medio Ambiente del estado de Quintana Roo y de las autoridades culturales y ambientales del municipio de Bacalar.
Además de estos eventos, logros y acciones que se han llevado a cabo bajo la bandera del Consejo de Visiones, cientos de otras actividades han tenido lugar, organizadas por cada una de las organizaciones que forman parte de la red, que no han sido catalogadas hasta la fecha.
Entre ellas es importante resaltar la creación de la Caravana Arcoiris por la Paz, que recorrió por 13 años 17 países de America Central y del Sur, convocando, organizando y realizando y participando en eventos locales, festivales, “Llamados,” congresos, Foros, biorregionales y nacionales, montando Aldeas de Paz siguiendo el modelo de los Consejos de Visiones, realizando talleres, cursos, conferencias en docenas de comunidades, poblados, ciudades, escuelas y universidades de todos los países visitados.
Por su parte, la Caravana Arcoiris desarrolló un programa de Cultura Viva por la Paz en más de 100 comunidades rurales y urbanas del Brasil entre 2005 y 2009, recibiendo del gobierno y del Ministerio de Cultura de dicho país, el “Premio Escuela Viva,” como uno de los proyectos más innovativos del programa nacional “Cultura Viva” implementado durante el gobierno de Ignazio Lula da Silva.
Entre los efectos de esa gira histórica, los “Llamados” que se han llevado y se llevan a cabo actualmente en las Américas reconocen la influencia y el apoyo recibido a través de la Caravana para fortalecer a las redes socio-ambientales y espirituales latinoamericanas. En el año 2012, estas se agruparon en Colombia como la red C.A.S.A (Consejo de Asentamientos Sustentables de América-latina), misma que forma parte de la Red Global de Ecoaldeas, y que ha recibido recientemente dos importantes premios.
C.A.S.A-México forma parte del Consejo de Visiones, y fue receptora de uno de los dos premios por su programa Bio-Reconstruye México, nacido a raíz de los terremotos que sacudieron al país el año 2017. El otro premio fue otorgado en el año 2016 en el encuentro GEN+20 realizado en Findhorn, Escocia, por las labores del proyecto itinerante eco educativo “ComunTierra,” inspirado por la Caravana.