Independizarse de la madre

Hola Miyo soy Jaime:

Sé que estás bien, me gustaría consultarte una cosa. Mi madre pagó conmigo la separacion de mi padre; ésa es la razón por la que todavía con 39 años sigo en casa. Ella hizo de padre y madre. Además de ser muy protectora, también me obligó -por así decirlo- a subirme en lo alto de una secuoya para poder sobrevivir sin hacer ninguna locura.

Ahora llevo 246 días de ahorro de simiente y estoy fortaleciendo el segundo, tercero y cuarto chakra y me va mucho mejor, pero también me están entrando muchas ganas de independizarme… ¿Qué me aconsejas que haga para poder independizarme? También estoy escuchando mucha musica curativa al día para intentar avanzar más rápido, además de intentar invocar a la diosa interior y al dios interior.

¿Estoy yendo por buen camino o debo cambiar de senda para iniciar otra más efectiva?

Un fuerte abrazo,
Jaime

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Saludos Jaime y suelen pasar cosas así en las familias.

La madre absorbente que hace de todo y por tanto lo estropea todo, el padre ausente, y el hijo en el seminario del vaticano con casi 40 años. La verdad es que nunca es tarde para dar estos pasos, pero decirte simplemente que “te los pisas”… y ya es hora de cambiar. Puedes ahorrar toda la simiente que quieras, pero lo esencial es abandonar la casa materna ¡¡como sea!! Y no me digas que no sabes a dónde ir, que ya te vale…

Si a esa edad hay que decirte qué puedes hacer para independizarte es que quizás sea más barato simplemente rematarte, para que empieces de nuevo a ver si esta vez lo haces mejor. Lo de la música, la diosa, y todo lo demás está bien, pero repito, no debe esconder el hecho que tienes que alejarte de quien ha robado tu hombría (porque te has dejado) y te tiene esclavizado a una actitud de sumisión de la que se alimenta. Cuando des ese primer paso, todo lo demás funcionará. Mientras tanto da igual lo que hagas, seguirás encerrado en una cárcel de impotencia, de fantasías y de agresividad controlada.

A lo dicho: Hazlo y luego hablamos. Antes es absurdo decirte nada.

Un abrazo y ¡buen viaje!
Miyo