Extracto del libro Los exploradores del crepúsculo. Emilio Fiel.
Ha llegado la hora de hacer frente a la mayor mentira que la humanidad ha sostenido durante los últimos milenios, la necesidad de la muerte. Disolver todos los recuerdos y empezar de nuevo desde cero en un vientre materno ya no tiene sentido, de la misma manera que el sufrimiento ha dejado de ser un camino de evolución adecuado a la nueva energía. No se trata de otros temas como la inmortalidad celular o la activación consciente de las trece capas del adn, sino básicamente de encontrar respuestas válidas a las preguntas y a las inquietudes que tiene todo ser humano que habita nuestro planeta.
Sólo cuando nos sentimos vivos en un cuerpo sutil, observando nuestro cuerpo físico dormido (en el ensueño diríamos cuando el soñado ve al soñador), comenzamos a avanzar por el camino de la liberación material. En el viaje del alma damos paso a los milagros y vamos recogiendo las perlas perdidas. Realizamos que no sólo tenemos una envoltura luminosa sino varios vehículos no físicos, a cada cual más refinado, para movernos por diferentes dimensiones y visitar diferentes mundos, en función de la frecuencia luminosa alcanzada por nuestra conciencia. Incluso en algunos momentos es posible saltar de una a otra de estas envolturas hechas de luz sin despertar en el mundo cotidiano.
Los exploradores del crepúsculo. Emilio Fiel.