Extracto del libro “Eres mi Diosa”. Emilio Fiel (Miyo)

La clave de todo proceso de liberación individual y planetaria pasa a través del sentimiento y no podemos participar en esta fiesta si, como hombres, no abrimos de una vez nuestro pecho a las emociones. La conciencia multidimensional del yo, y su sanación, necesitan del amor para llegar a ser uno con lo creado. Y hasta la tierra necesita de nuestra bendición amorosa para transformarse en la biblioteca viviente que es, y darnos conocimiento del universo que esconden los diferentes reinos de la naturaleza. Durante siglos y milenios el hombre se ha mantenido en el poder rechazando  el camino del sentimiento, tachándolo de loco, peligroso, y caótico. Expresión de lo femenino inferior y de la mujer sumisa, que un extraño dios (ahora investigado por prevaricación) puso al servicio de lo masculino y para su goce y placer.

El hombre y la mujer han sido actores de una obra teatral cerrada y estricta, en la que cada uno ha jugado el papel que se le ha adjudicado sin libertad para salirse de él, ni para unirse al otro género, a riesgo de rechazo y castigo social.

Y como nuestra tradición no dispones de imágenes femeninas fuertes (como la griega o la hindú), las mujeres han tomado el camino de lo masculino para alcanzar el papel que les corresponde. Y así las polaridades han saltado en pedazos, se han confundido entre sí por falta de un arquetipo de mujer amorosa y poderosa al mismo tiempo, así como de un hombre fuerte y sensible a la vez. En lo femenino hemos de asumir la creatividad, la compasión, la intuición, la receptividad y la entrega nutricia de su personalidad. Y en lo masculino, salir fuera de la idea de que un hombre sensible es blando y poco masculino.

Poco a poco los tiempos de la separación se acaban y las nuevas versiones integradas de lo masculino y femenino empiezan a emerger con fuerza.  Así que el alma gemela hay que buscarla dentro, en la unión de polaridades, no fuera. Después las personas completas se encontraran entre si y compartirán libremente con confianza, en una búsqueda espiritual o en un intenso deseo de fusión amorosa.

Extracto del libro “Eres mi Diosa”. Emilio Fiel (Miyo)