Extracto de Los exploradores del crepúsculo. Emilio Fiel.
Las Limpias, como la consagración de cualquier objeto de poder, han de realizarse en armonía con los cuatro elementos de la naturaleza. Con el humo del copal o de ciertas hierbas aromáticas, sin olvidar que el soplo del chamán juega siempre un papel de especial importancia. Con el agua consagrada que ha sido expuesta a la luz de la luna llena. Un agua capaz de purificar la envoltura de energía del cuerpo, que ha sido cargada con la imposición de manos del sanador mientras invoca el intento de la limpia (sin olvidar la saliva como medio mágico de sanación). Con la tierra que está representada por un cristal específico de cuarzo, o por la sal, aunque hay veces que se frota tierra de un lugar de poder contra la piel del enfermo, para succionarle el mal (o se extrae directamente con las manos). Con el fuego que es también luz, utilizando un ramillete de hierbas secas al que se prende fuego, la llama de una vela, o la energía caliente de los ojos del sanador.
Los exploradores del crepúsculo. Emilio Fiel.