Experiencia en las Cabañas de Oscuridad-por Maria Luisa

El trabajo:

Observar desde cada uno de los fuegos, de arriba hacia abajo.

–        Encender el fuego de la cabeza, observar desde el testigo.
–        El fuego del corazón, observar desde el testigo.
–        Fuego del sacro, observar desde el testigo.
–        Recapitulación celular desde los tres centros
–        Encendido del cuerpo luminoso.

 

  • Se encienden fuegos porque literalmente se encienden fuegos.
  • Cada día, o cada vez que empezaba el trabajo, después de dormir, o de comer o de cantar…empezaba de igual manera de arriba hacia abajo, y me detenía en el fuego que observaba. Canal central varias veces, envoltura energética, vibración-sonido, y encendido de los fuegos.
  • Estiramientos, bhramari kriya y respiración de fuego a diario. (esto también es útil para entrar en calor, por si hace frio).

 

El fuego de la cabeza:

Para encender este fuego ayuda mucho apoyarse recitando OD  ER  IM  IS  AL, para sensibilizar la zona y comenzar a sentir cada uno de los triángulos.

Pérdida de la sensación del cuerpo, atención al sonido interno. En esta parte el sonido es como un  pitido que cuando más se intensifica va recordando al canto de los grillos. Encendido de la corona.  No hay cuerpo solo mente vibrando. Atención a la vibración. El testigo observa el sonido, los pensamientos.

 

Encendido del fuego del corazón:

Atención al palpitar en la parte posterior, entre los  omoplatos. Palpitar y vibración, atención al sonido interno, como de instrumentos de cuerda, violines, arpas. Encendido de la cruz del pecho, parte delantera. Apertura y expansión y sentimiento. Observar el sentimiento, escuchando el sonido.

 

Encendido del sacro:

Atención del palpitar en la base de la columna. Apertura como de cruz de dos puntos a los lado de la base de columna. Atención al sonido como de tambores. Como un caldero encendido. Expansión del canal central. Expansión del encendido a la parte delantera, y zona genital. Apertura de muladhara. Observar.

 

Observar desde cada uno de los fuegos:

Encendido del fuego de la cabeza, atención a la vibración y al sonido, observar la pantalla mental desde el testigo: ruido mental, Imágenes aisladas inverosímiles, muchas figuras geométricas. Perdida de la sensación del cuerpo, solo mente vibrando. Se presentan animales de poder, el cóndor y el halcón. Visiones desde los animales de poder. Comprensiones sobre asuntos de la vida cotidiana.

 

Desde el corazón: Sentimiento, amor y mucha nostalgia. Recuerdo de vidas pasadas, algunas con personas también de la escuela.  Varias en Japón,  alguna como indígena americana. En todas el sentimiento era de mucha felicidad y mucho amor. Recapitulación, respirando. de estos sentimientos.

Mucha fuerza, y el león como animal de poder. Observación desde el testigo. Recapitulación de momentos vinculados con el sentimiento de separación, de algunos familiares, como mi abuelo, recapitulación del miedo al vacío y de la soledad como emoción asociada.

El león aparecía con un guardián, tras convertirme en el animal y experimentar desde él, el guardián no desaparecía, por lo que había una prueba pendiente.

Empieza la sensación de bloqueo o cierre de la garganta.

 

En este punto se hace mas fuerte el intento de mantener la conciencia del testigo, incluso dentro de la propia experiencia de fusión o ensoñación, ya que las visiones y los ensueños se hacen más frecuentes y el riesgo a perder la atención y dejarse llevar por la propia experiencia se hace más grande. De manera que en varias ocasiones podía oír la propia respiración del cuerpo dormido (como si hubiese alguien tumbado durmiendo al lado mío), mientras continuaba con la presencia atenta en la meditación.

 

Observación desde el sacro:

Para mí, la más difícil y la que más me costó.

Para poder mantener la observación de este punto, tenía que mantener el fuego encendido en su justa medida, porque sino subía con mucha velocidad y no podía observar.

El sonido de tambores y los animales de poder, la serpiente, y el dragón.

Aquí hago un breve inciso ya que aparece un animal de poder, que me acompaña habitualmente, un perro, o lobo, que se queda a mi lado. Creo que es un guía, ya que es un animal que me acompaña, va conmigo.

Seguimos…

 

Lo que más me constó aquí, fue conectar con las emociones. Desde el testigo observaba pero no conectaba con ninguna emoción, así que tuve que bajar la vibración y meterme con la respiración en el palpitar primero de la zona sacra y luego del propio vientre, zona genital,…

De esa manera pude conectar con la emoción. Una visión me conectaba con la emoción.

 

La ira:

recuerdo de un momento de la escuela, cuando tomamos honguitos por primera vez, en una montaña en alicante. Mi experiencia con la sustancia fue muy desconcertante, ya que todo se me volvió como de cartón, como si fuese un gran escenario, hasta las estrellas me parecía bombillitas. Los arboles se pixelaban y desaparecían, como un gran holograma gigante, y el sentimiento de soledad y separación, de sentirme atrapada sin saber cómo salir de esa caja de zapatos era creciente. Pero veía a otros compañeros, que tenían un proceso bien distinto, y estaban de risas.

El recuerdo de ese momento me despertó la ira, como era posible que no se dieran cuenta de donde estábamos,  no entendía que era tan divertido en esa situación.

Así que de ahí fui saltando a  otras visiones, algunas de vidas anteriores, con la ira desatada  y un grado de prepotencia e intolerancia creciente. Respiré y patalee, me pelee, vamos, para verme, hasta que pude recapitularlo y comprender.

 

La tristeza:

Con la tristeza no podía conectar así que tras una visión/ ensueño con la vieja Coatlicue, que en ese momento se me apareció danzando al ritmo de sus propios que hacían retumbar la tierra entera, como una mujer hecha de serpientes, vamos que las serpientes se entrelazaban para dar forma a la mujer, le pedí que me regalar un sueño para poder entrar y recapitular. Así que aparecí en stonehenge, y allí me recibió un guardián de ese lugar que me llevó a la entrada de una cueva. Al final de esa cueva había un dragón plateado, enorme y precioso, en la boca llevaba una  bola de luz y al soltarla y caer en mis manos, me desperté, con el recuerdo de una amiga de la familia, amiga de mis padre, a la que se le murió un hijo en un accidente, y entre en la tristeza. Y en mi mente saltaban los hijos que se le murieron a mis abuelas, a mi bisabuelas, y más atrás, como si todos fueran hijos míos.

La tristeza era profunda e incontrolable. Llore por horas y comprendí las expresiones de estar hundido y en un pozo oscuro, es literalmente como te sientes. Pero entregarme a la tristeza, como a la muerte, sin resignación y sin lucha, sin pensamientos, solo sentimiento, solo entrega, fue lo que me saco de ahí.

Tras la salida del pozo, se paso el bloqueo de la garganta y el guardián del león se despidió en un sueño y ya no ha vuelto a aparecer.

Creo que hay vivencias que pueden romperte el corazón, y creo que esta era la prueba que escondía el guardián.

 

Tras esto aun recapitule cosas como mi relación con el sexo, había recapitulada a mis parejas, pero quedaba esto otro, como en ocasiones lo había utilizado como moneda de cambio y la carga que me suponía este “mal uso”.

 

Encender el cuerpo luminoso

Respiración al canal central, atención a respiración-sonido y vibración. Perdida de la sensación del cuerpo- silencio.  Descender la energía, palpitar en la corona de la cabeza luz-sonido, palpitar en la parte posterior de la espalda, sentir como ese centro se expande, y empuja hacia delante, vibración-luz de la cruz del pecho. Cruz del sacro, vibración- sonido. Encendido de los fuegos desde abajo, sin observar, en el encendido del sacro, el canal central se hace mucho más grande hasta  ser del tamaño del cuerpo, y asciende rápidamente hacia arriba, como una columna de fuego, haciendo estallar en el encendido de los otros centros. Atención a la envoltura energética-vibración-sonido.

La vibración aumenta mucho y el sonido también.

En el fogonazo del encendido del fuego de la cabeza atención a la envoltura energética, que en ese momento vibra muy fuerte y el sonido es muy estridente. Atención a la envoltura y vibración, sobre todo para no salirse por lo alto de la cabeza, sino hacer descender de nuevo la energía, que junto con la energía que asciende del sacro, se junta el corazón-plexo. Ahí ya solo queda la entrega, porque la energía ya quema todo a su paso, si hay algún bloqueo en el cuerpo, lo hace saltar en pedazos, en mi caso tenia bloque en rodillas, y cuello, y lo fulmina, con bastante dolor físico, por cierto. Te entregas a la muerte y a la experiencia, y el corazón se enciende propulsándose hacia delante, y estallas de golpe convirtiéndote en una enorme bola de luz. Conciencia de ser una bola de luz incandescente.

Aquí lo curioso es que el ascenso de la energía por el canal central enciende de un fogonazo el corazón y asciende encendiendo de un fogonazo la corona de la cabeza, pero es al juntarse la energía ascendente-descendente en plexo-corazón, cuando se siente, que el encendido de la parte posterior, enciende la parte delantera y al entregarte a la experiencia manteniendo el silencio, el cuerpo estalla, convirtiéndose en una bola de luz-energía. Así que de nuevo, las claves son corazón y entrega.

 

Tras esto y como aun me quedaba un día, para repasar las mejores jugadas de los días anteriores,  repetí, para afianzar, eso sí en las veces posteriores, intentando observar el proceso, para poderlo realizar con más facilidad., y que no quedara en una de esas experiencias que suceden espontáneamente y no sabes ni como.

El encender el cuerpo luminoso, es una experiencia poderosa que no solo te une al universo sino que te encaja en la unidad del todo manteniendo la individualidad de ser luz- energía. En ese momento la conciencia de ser, es únicamente de ser eso, luz-vibración y energía, como una estrella palpitando en el universo.

En medio de esa experiencia si recibí algún nombre y alguna calve, que deben ser para un trabajo posterior.

 

También, y ya para rematar la faena, a petición de Miyo, entré en el círculo de Cernunos, para ver la nueva composición. Y al entrar observe que además de las divinidades masculinas que anteriormente  capitaneaban el circulo, con Cern a la cabeza, Ganesha, Quetzalcoatl, Shiva, habían aparecido divinidades femeninas que iban tomando posiciones destacadas dentro del mismo: a la cabeza la vieja Coatlicue, pero en una visión menos dura que la primera vez, en esta ocasión se me apareció como una mujer con falda de serpientes, también vi a Parvati y a una mujer de pelo largo moreno que todos llamaban para que se acercase al centro, estaba un poco retirada del circulo, Amaterasu, la presencia de esta ultima me encantó, emanaba algo especial.

 

Y aún me quedó un ratito antes de salir para ir a presentarles mis respetos a los intraterrenos del  Moncayo, que como siempre tan amables, me dieron mi regalo.

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