Dudas de una madre
Saludos Miyo
Gracias por abrir este nuevo camino de comunicación.
Llevo casi seis años siendo madre. Es sobrado decir que intento hacerlo lo mejor posible, a pesar de las muchas habilidades que he tenido que desarrollar a partir de su nacimiento: Cocinera-Nutricionista, Educadora-cuidadora, Enfermera, Cuentacuentos, Cantananas… etc.
Llevar un buen equilíbrio entre ese instinto de sobreprotección que nos sale a las madres y la conciencia de que no debo invadir su propia percepción del mundo si quiero que se desarrollen sin cuelgues de mis faldas. Por otra parte, ante la escasa oferta de escuelas respetuosas, un tanto preocupada de procurar que no les adormezca la vacuna social y jerárquica que se les administra en el cole, trazando ya en ellos desde sus primeros años ése perfil de humano que perpetuará el sistema de producción-consumo.
Por eso me pregunto si existen algunas pautas que se puedan respetuosamente poner en práctica para que los niños emprendan el camino cuerpo-espíritu-libertad, quiero decir, que crezcan en contacto con su esencia y no se atrofien sólo poniendo su atención en lo mental.
- ¿Es posible la práctica de meditación u otras técnicas en los niños? ¿La necesitan? ¿Es oportuna?
- ¿En qué forma podríamos propiciar que sigan despiertos?
¡Son el futuro!
Gracias por tu tiempo y ¡un abrazo!
Blancanieves
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Saludos Blancanieves.
Como dices, pronto contagiamos a los niños con nuestra visión del mundo y estropeamos para siempre su espontaneidad. La realidad es que aumenta el número de niños que se niega a acudir al colegio, y los siervos de la matrix ya se han inventado una docena de nuevas enfermedades para catalogar lo que no comprenden (y hacer un gran negocio farmacéutico, intoxicando al enemigo), dando una vez más por hecho que hay que destruir a todos los que se salen de la norma y obligarlos a pasar por el mismo rasero.
1- Un primer punto es valorar los sueños y dar una cierta gratificación cada vez que el niño recuerda un buen sueño, especialmente si trae regalos de conciencia al núcleo familiar (ver Los Exploradores del Crepúsculo, en el capítulo de manejar los sueños y en las técnicas senoi). Echarse a volar, afrontar los obstáculos y sombras, compartir con los compañeros, etc. Cada día nada más levantarse y antes de desayunar que te cuente los sueños de la noche (y tu le pones ejemplos o le cuentas los tuyos). En los sueños el niño tiene que aprender a manejarse y cambiar algunas dificultades en ventajas, recogiendo los regalos que esta actitud le reporta.
2- Que tenga amigos invisibles, que conozca su animal de poder y que hable con el otro lado. Que siempre pregunte a sus visiones sobre lo que desean, y que nunca acepte ningún acuerdo que no se sienta capaz de cumplir. Una pequeña oración para defenderse en caso de dificultad (o llamar a su madre, a uno de los héroes que le gusten o a cualquier persona en la que confíe). Escucharle en sus aparentes fantasías, especialmente si son del tipo ‘yo vengo de esa estrella o del planeta Júpiter’…
3- Déjale girar sobre sí mismo en cualquier momento, hasta que caiga o haga algún tipo de juego que le guste. Lo mismo también para mirar brevemente al sol poniente (el naciente lo ven más bien poco). También jugar con barro, embarrarse, y hacer figuras con arcilla. Que hinche globos o que sople burbujas de agua con un tubito contando el número de segundos que resiste…
4- Hay que llevarlo a la naturaleza y tenerlo en contacto con los árboles y con el mundo animal. Si es posible que plante semillas y las vea crecer.
5- No está mal que comience a practicar aikido o cualquier variante consciente. Dejarle sacar su cabreo y sus pataletas, sin decirle nunca que eso es malo e intentar reprimirlo. Enseñarle las leyendas del rey Arturo (especialmente chicos) o leyendas de la Diosa si son chicas. El niño sólo puede aprender a ser hombre con su padre y la niña con su madre, pero cuando son tan pequeños ambos avanzan paralelamente…
Espero que sea suficiente. La verdad es que los niños no necesitan mucho meditar, salvo que se sientan muy constreñidos por la vida ciudadana. Respirar con el vientre sienta bien a los dos géneros para lograr serenidad y a ser sobrios frente a las emociones explosivas. A veces repetir un mantra puede ser mejor que otras técnicas más sofisticadas y más eficaces. Así que con esto me despido de tus hijos y de ti.
¡Buen Camino!
Miyo
Hola! Gracias por la respuesta y también por la pregunta Blancanieves. Soy educadora infantil y aunque me encanta mi trabajo no he encontrado todavía un centro donde los problemas personales (cansancio, por ejemplo) no interfieran en el trato con los niños. Un lugar donde prime la conciencia y se deje atrás el control del tiempo y la obligación de hacer las cosas como «yo digo» Espero que las cositas vayan cambiando… Miyo ¿nos podrías hablar más de los niños índigo y cristal para aprender a darles el trato que merecen? Gracias.