Cabalgando el dragón del vientre. Emilio Fiel
Cuando en un relajamiento profundo se pierde la sensación del cuerpo denso, abrimos la puerta para que los otros cuerpos que están en éste puedan manifestarse. De esa manera al contactar con la energía envolvente de los cuerpos naguálicos o del alma (astral, mental, causal y etérico), entramos en el dominio del sentimiento y la sensación pura, que pertenecen al mundo de la verdadera ensoñación. El espacio se amplía y el tiempo queda alterado, entrando en los aspectos femeninos de la realidad, definidos por el no espacio, no tiempo,.
Cabalgando el dragón del vientre. Emilio Fiel