Regalos de los reyes magos

Hay demasiadas religiones en el mundo que siguen pidiendo a sus fieles que recen sin descanso, cuando lo nuevo que viene es actuar con compasión, pasar a la acción con visión humanitaria. No importa tanto quien ore mejor y sí quién se entrega más al servicio humanitario.

Dentro de la música, el canto es la actividad artística que mejor conjuga el juego de las polaridades, especialmente cuando se trata de manifestar una vibración espiritual. Es ahí donde las voces masculinas y femeninas han de fundirse para elevar la frecuencia e irradiar su vibración a kilómetros de distancia. Unidos hombre y mujer crean vida en los planos superiores, hacen nacer seres angélicos. Unidas las voces masculinas y femeninas hacen nacer un templo etéreo de colores en el plano astral del planeta, además de expandir alegría y paz tanto en el corazón de los que interpretan la obra como en los que la escuchan. ¿Qué es necesario para participar en este ritual mágico? Que la voz esté purificada de emociones inferiores y la palabra limpia de expresiones densas y soeces.

Se dice que la energía que actúa en último lugar en el tzolkin es la de más elevada frecuencia. Es la energía de la estrella, que después de unificarnos nos eleva a un plano más sutil y nos hace descansar en una realidad superior.

No es posible evitar la noche, el dolor ni la desgracia. Y desde luego no sirve para nada insistir en lo que no es y proclamar a los cuatro vientos, cuando estás en crisis, que eres feliz. Hay que pasar por el fuego y mantener la esperanza, ya que aunque el dolor nos toque a un cierto nivel, podemos tener una gran comprensión en otro nivel superior e incluso sentir alegría. Toda prueba debe atravesarse con una sonrisa y así podremos resistir lo que nos toca e incluso superarlo habiendo aprendido la lección. Por ejemplo en una separación de pareja si eres capaz de agradecer al otro el tiempo que habéis compartido y desearle lo mejor. Y este aprendizaje podrá ser compartido con los demás y les servirá de lección y aprendizaje de vida.