5 de Septiembre: El mouse de la computadora terrestre
Arreglo el suelo con una pequeña herramienta que llevamos encima (hay que allanar el lugar donde extenderemos la colchoneta, porque la pendiente es muy pronunciada). Al llegar creamos el círculo sagrado alrededor, ofrendamos tabaco y copal a las siete direcciones, atamos unas lanas de colores en una esquina de la roca y comienza el canto de invocación de los vientos. En ese momento cae una pluma de buitre desde lo alto del cortado y me la pongo en la coleta. El paisaje es precioso, con muchas montañas y un aspecto salvaje. Muchos buitres planeando en círculos por los cielos. Y después del sudor de la subida, bastante frío que se va adentrando en los huesos, especialmente por falta de aclimatación.
La boca de la cueva es bastante grande, como de seis metros de alto, pero preparar un pequeño espacio para extender la esterilla se hace bastante arduo por el tamaño de las piedras y la inclinación del lugar. Finalmente todo queda en su sitio. El sonido de los moscardones y abejas se parece al que reina en el aeropuerto de Barajas cualquier día de tráfico denso. El atardecer precioso con tonos rosas y lilas, sin una sola nube en el extenso horizonte.
La noche es excepcional y las estrellas brillan intensamente. Las Pléyades salen de frente. En cuanto se va la luz surgen pequeños ruidos desde detrás de la cueva. Una rápida sombra viene y va hasta medio metro de donde estoy sentado. Es un animalito pequeño y desde luego veloz. A la tercera o cuarta vez que lo intenta le enfoco con la linterna y me encuentro con una imagen digna de Walt Disney: un ratoncillo de unos 6 centímetros de largo de color pajizo que me mira de frente como si fuera la pura inocencia encarnada. Hasta hablé con él y estuvo unos minutos en que parecía no querer moverse demasiado, quizás deslumbrado por la luz, pero mi sensación es que le podía, como a mí, la curiosidad… Nunca me había impresionado tanto un amigo de Mickey, hasta el punto que me vino a la mente la excepcional escena de La milla verde… Luego su hermano mayor o quizás su mamá toman el mismo camino, pero ya les dejo pasar sin encender la linterna y continúan sus paseos hacia el bosque de pinos. La luna en cuarto menguante tiene un magnífico halo luminoso alrededor, a pesar de que eso sucede normalmente en luna llena.
Ensoñando me encuentro con una mujer resplandeciente, la diosa, con llamas y humo saliendo de su piel. Al verla yo invoco el shiva que soy y se me despiertan serpientes en varias partes del cuerpo, dentro y fuera, además de un gran remolino de energías de color rubí en la nuca. Y empezamos a danzar los dos la danza de Nataraja, con círculos de fuego alrededor. De pronto me encuentro sólo, recorriendo el cortado y llamando por su nombre a cada uno de los que están en vigilia. Unos echados, otros meditando, cantando, incluso una haciendo pis. Y les invito para que vengan a la fiesta, porque lo estamos pasando muy bien. Vienen volando, de la mano o por sí mismos, recuerdo algunos rostros de los participantes. Todos encendidos, rodeados de una burbuja de fuego, y nos ponemos a hacer surf en el aire como los buitres, planeando o resbalando, como si estuviéramos metidos en una esfera transparente y las térmicas nos movieran a gran velocidad en círculos… Todos estamos allí, no falta nadie, aunque cuatro de los presentes parecen dormidos y no quieren más que dejarse llevar. Fuera de horas me comprometo a recitar diariamente cincuenta malas de Om namah shivaya y los voy haciendo en periodos alternos.
Al despertar se me viene encima una serie de números de capítulos revueltos, referidos al nuevo libro sobre la ensoñación. Son una especie de clave para que los últimos tres capítulos salgan por fin de la fresquera. Más tarde podre comprobar si la información tiene sentido y así pondré en práctica por fin la primera corrección de ‘los espeleólogos del eclipse’.
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http://m.youtube.com/watch?v=QlPS16NeBO0&desktop_uri=%2Fwatch%3Fv%3DQlPS16NeBO00 bommmba
http://m.youtube.com/watch?v=QlPS16NeBO0&desktop_uri=%2Fwatch%3Fv%3DQlPS16NeBO0 es
Ahi va una boooomba
,,estos momentos de embelezo con nuestros amorosos pequenuelos, mmmmm…..algo te transmitio, cuentanos……gracias Miyo por llevarnos en tus travesias…..