Estrenando nuevos poderes
Las tradiciones han abundado en símbolos representativos del arn y del adn (las cadenas de proteínas que estructuran nuestra forma física), como la escalera de jacob, el árbol de la vida, las dobles serpientes del caduceo. Pero no siempre fue así, ya que la reducción de doce filamentos del código genético a sólo dos tuvo lugar en la última época de la atlántida, cortando de un tajo la plena conciencia del sistema de adn que poseía cualquier ser humano. Sólo unos pocos se libraron de la mengua científicamente planificada y escaparon a países vecinos, siendo recibidos como semidioses porque conservaban todas sus capacidades psíquicas, de contacto telepático y aún eran capaces de mover objetos con la mente. Estos fueron nuestros verdaderos antepasados y su codificación genética ha tenido descendientes hasta el día de hoy.
En los cincuenta, cuando se descubrió el modelo helicoidal del adn/arn había también un filamento residual que corría paralelo a las dos hebras básicas y que fue considerado sin importancia. Este tercer filamento ha ido reconectándose en los últimos veinte años, desde la convergencia armónica, y con la ayuda de equipos de ingeniería genética de la federación galáctica y de los dioses creadores del ser humano (los dioses felines o p’schatt de sirio alfa) cada uno llegará a subdividirse en cuatro hilos o cordones relacionados con los cuatro cuerpos básicos del ser humano. Hoy en día la mitad de la población del planeta está ya inmersa en este proceso de recuperar los doce filamentos originales del adam kadmón, el molde humano primigenio.
El proceso que el consejo nibiruense de novena dimensión ha llamado rra (remodificación, reconexión y activación) acelera drásticamente la evolución del adn y lleva consigo cambios bruscos e inesperados que pueden poner patas arriba la vida de cualquier buscador. Se trata de un cóctel de kriyas, invocaciones, operaciones desde los mundos sutiles, trabajo con cristales, cambios alimenticios, mantras, ensoñaciones y meditaciones profundas, cámaras de ascensión, ceremonias angélicas, etc. La banda de fotones ha activado automáticamente el proceso del cambio genético en la humanidad y ya nadie puede dejarlo de lado. Están despertando nuevas facultades psíquicas y progresivamente los doce filamentos se armonizan en dos floridos grupos de seis que constituyen la doble estrella tetraédrica levógira (contra el reloj), junto con una antena receptora de ondas escalar (que el gobierno oscuro quiere utilizar para el control mental de la población mundial) que permite la reestructuración de la merkabah o envoltura luminosa.
Canalizaciones, sanaciones instantáneas, viajes del alma a otras dimensiones, movimiento de objetos con la mente, visiones de futuros posibles, van apareciendo en cada uno de los implicados en este proceso. Por último recordar que el nuevo sistema de chakras correspondiente a un adn naciente de doce filamentos es de trece chakras, en vez de los siete que correspondían al sistema de dos filamentos. La descripción de los mismos varía según las escuelas, las canalizaciones y la visión etérica de quien los observa. Pero es claro que hay tres casi universalmente reconocidos: un nuevo chakra muy importante cerca del timo, además del chakra de la ascensión en la nuca, cerca de la médula oblonga y del bulbo raquídeo, y la estrella del alma encima de la cabeza.
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