Desidia espiritual de una veterana
Hola Miyo,
Te conocí en 1983 en Arcoiris, haciendo un maratón que despertó mi vida, por primera vez entendí que el cielo estaba en la tierra, fui tremendamente feliz y una experiencia indescriptible. Lamentablemente cuando volví a casa y aterricé, no podía resistir tanta densidad y estuve una semana llorando. Desde allí comenzó mi búsqueda; he tenido varias relaciones de pareja, que al terminar me he hundido en los infiernos, pero siempre recuperando y siguiendo la lucha por la libertad interior. He pasado también por un cáncer, tengo ahora 56 años. Vivo sola y cada vez más sola (me refiero a lo social), me siento rara conmigo misma, pues sé que estoy en un cambio y algo sucederá pero de momento estoy como en un momento que no sucede nada. Hay un gran vacío, y ningún interés por nada. Busco dentro de mí y ya no encuentro nada. A veces también hay rabia, otras me rindo y espero… Es difícil, aunque sé que será por algo…
Dime algo por favor.
Gracias Miyo
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Saludos Indira.
Siempre da gusto saludar a los buenos y veteranos guerreros del Arcoiris.
Esta sociedad sobrevive en una frecuencia energética que destruye toda posibilidad de encontrar un remanso de paz y recuperación en nuestro interior. Aquí la competencia es fiera, el enemigo está siempre fuera, la mente no tiene nada que ver con la buena suerte, y los que se dedican al juicio sumarísimo del prójimo y al lamento personificado son legión. Así se alimentan de la energía de los demás. Como este sistema nos agarra bien fuerte, al separarnos de nuestra pareja sufrimos (sólo no sufren los que aman intensamente, aceptan, agradecen y dejan correr la vida, confiando en lo que viene), porque la consideramos nuestra, nos agarramos a sus palabras del pasado, no confiamos en nuestra fortaleza y en el camino de libertad del pasado que el Espíritu pone ante nosotros en cada despedida… Y esas emociones, ese rechazo del mundo y de la vida, crean un cáncer, que superamos al recuperar algo sagrado que la enfermedad enciende (en medio de la confusión y desesperación que también provoca), algo fuera del tiempo, un contacto con el Ser.
El cambio ya está aquí y para vivirlo es por lo que encarnamos en esta Tierra y en esta frontera de la conciencia. Se trata de la frontera del 2013, y no depende de nosotros solamente. Viene desde el cosmos entero y es una oleada de altísima energía que recorre el universo en ciclos definidos y ajenos a nuestra voluntad consciente. Ya está aquí, podemos sentirlo. Todas las contradicciones del mundo suben a la superficie para ser depuradas, la elección vuelve a estar en manos de la gente común, nada es más sagrado que el resto. Y todo lo viejo tiene que caer, se ha acabado su tiempo. No se trata de cambiar el sistema, sino de pasar sobre él como una apisonadora. Podemos y debemos encontrar nuevos métodos de vida creativa que ayuden a manifestar nuestra entrega a la madre Tierra; nuevos caminos en la política no partidista que sirvan al bien común; nuevas relaciones sociales y familiares que permitan canalizar el amor (no la obligación ni el ansia de seguridad); nuevas actitudes que apoyen el cambio interno y externo, dejando que todo lo viejo (que ya no responde a nuestro nivel de comprensión) se diluya en el olvido después de agradecerle su papel en nuestras vidas… Todos en pié ante lo nuevo. ¿Indignados? Nosotros lo hemos permitido con nuestra pasividad, así que dejémonos de pamplinas. Cansados de tanta estupidez, de tanto bruto con corbata, de tanta industria dedicada a la tiranía de la destrucción, y tanto financiero que se enriquece con las miserias ajenas.
Así que busca tu lugar y grita hasta que ya no te sea necesario hacerlo. Convierte tu apatía y tu cansancio en rabia, pero también transmuta cuanto antes tu rabia y tu cólera en acción constructiva del bien común.
Un abrazo princesa. Ve al cuarto de estar y ponte de nuevo la corona en la frente. El cáncer deja al alma agotada con su dosis química y radiactiva. Pero recuerda de nuevo el Arcoiris y esa canción que compuse un día: “¿Es que dormiréis eternamente? Despertad, despertad esta mañana. Que la danza sagrada ha comenzado ya, ha comenzado ya. ¡Los que no dancen morirán, los que no dancen morirán, los que no dancen morirán…! Todas las antiguas tribus están viniendo de nuevo…»
Con cariño,
Miyo