31 de Enero: ¿ Es antinatural una pareja blanca y negra?
Sea por propia elección o por consejo superior, dependiendo del nivel de conciencia alcanzado, el ser humano acaba ubicado físicamente en el entorno más favorable para atravesar las experiencias que ha venido a experimentar sobre la tierra. Esas mismas experiencias que le permitan avanzar más rápido en su propio crecimiento personal. A veces elegimos penetrar en el lado oscuro, o ser malas personas, y de esa manera hacemos sufrir a otros lo que se nos hecho a nosotros, o aprendemos las lecciones del sufrimiento y superamos nuestras limitaciones. Por un lado existe la locura y la maldad, pero también hay almas divinas que son atraídas por el poder de lo oscuro. Incluso los hijos de las tinieblas encarnan en la tierra con el objetivo de hacerse aún más oscuros y crecer en su pertenencia a las tinieblas.
Es cierto que los seres malvados no desean ir a la luz, pero lo mismo puede decirse de los seres bondadosos respecto a la oscuridad. Sin embargo está claro que hay que amar la otra polaridad para poder entrar en la frecuencia de quinta dimensión. Por eso es necesario distinguir entre los seres con alma inmortal que realizan acciones destructivas o degenerativas para experimentar la oscuridad, y aquellos otros sin alma inmortal que pertenecen en esencia a las tinieblas. Por ejemplo hay seres metidos en la droga hasta las cejas que un día deciden salir de esa vibración tan densa y hay asesinos que deciden que su tiempo de destrucción se ha acabado para siempre. También existen buenas gentes que se permiten vivir sus bloqueos y obsesiones, entrando en los mundos de la sombra.
Lo cierto es que, en general, los hijos de las tinieblas o los seres sin alma no desean ir hacia la luz. Por eso cada uno vuelve a su hogar después de la muerte. Los oscuros suelen ser muy astutos e inteligentes, no caen en demasiadas crisis emocionales, y son fácilmente percibidos de manera instintiva por el corazón de las almas encarnadas. Aunque ciertos seres de luz hayan realizado grandes actos de maldad, con premeditación o no, cada uno tendrá la opción de elegir si entra en los mundos del espíritu o los rechaza. Dios no elige, ese es un atributo humano, y puede haber quien se niegue a penetrar en esos mundos iluminados.
También puede suceder que sintamos instintivamente a un alma oscura, o a un maestro de la oscuridad, con su enorme energía magnética, proyectándola sobre nosotros y atrayéndonos sin remedio. Manejan una energía desbordante a través de la mirada y anulan el libre albedrío de la persona, tomando el mando casi total de nuestro cuerpo. En estos casos hay que invocar la divina presencia para que nos ayude a romper el estado de trance inducido a través de cualquier ruptura del continuum de tiempo y espacio.
Seguramente alguien se interpondrá en nuestro camino cuando nos dirigimos inexorablemente y como autómatas hacia ese ser, que nos resulta como un imán y el vínculo de dependencia quedará roto por un instante. Lo suficiente para salir corriendo del lugar. Lo que manejan estos seres es una energía del bajo astral focalizada en controlar y en anular la libertad de la persona, porque necesitan víctimas y para conquistarlas asumen y reflejan los deseos ocultos de cada individuo para hacerse atractivos y dominar su voluntad. ¿Cuál es nuestra defensa? El cuerpo luminoso y la divina presencia que yosoy. Además de emociones positivas y amorosas como la tolerancia, la sinceridad o el coraje. Invocar pensamientos de unidad e irradiar la luz del corazón.
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Hace unas semanas «choqué» ligeramente con mi coche, le rayé el lateral al contrario, a decir verdad salió de la nada, no consigo entender cómo apareció aquel coche allí. Nos situamos a la derecha para acordar el típico parte de accidente. Lo conducía un atractivo joven de tez morena, en el asiento del copiloto se hallaba una mujer de mayor edad que exclamaba: «El coche es mío, el coche es mío».
Tras asumir mi culpa de un modo casi ciego y sin posibilidad de pensar con claridad rellenamos los partes, pero por razón de faltar un dato tuve que ir al domicilio de la señora en cuestión, que era la dueña del coche.
Cuando entré a su casa aparte de ver tantas estatuillas y adornos esotéricos como pelos en la cebeza tengo, sentí que me había metido en la cueva de «algo» aún no identificable por mi mente.
Charlamos aparte del tema del choque con el coche, ella se dedicaba a la parapsicología desde toda su vida. No puedo decir a qué pertenece ésta mujer, si a la luz, a la oscuridad, o a ambas, lo que puedo decir es que es dificilísimo despegarse de ella, es un auténtico imán energético, y según ella me contó le fueron arrojadas del cielo unas piedras alienígenas que atesora en su casa.
Lo único que sé es que en las dos ocasiones que he ido a su casa he tenido que hacer un esfuerzo considerable por salir de allí.
Saludos desde el corazón de Iberia.