30 de Diciembre: No hay mandamientos es el único mandamiento

Es en la aceptación de la luz y de la oscuridad, con sus mutuas y necesarias funciones, que el ser humano se ilumina. Centrarse demasiado en la luz y perseguir la oscuridad crea un enorme desequilibrio, además de un cierto desprecio por la vida sobre la tierra y por nuestra misión de conocer el otro lado de la luz en ella. Los errores entran dentro del juego, hacer las cosas mal, y casi siempre nos otorgan una mayor comprensión que intentar por todos los medios evitarlos. Sólo viviendo lo malo podemos valorar lo bueno como bello y verdadero. El dios que somos ha bajado hasta la tierra para experimentarlo todo, sin dejar ninguna esquina, y aunque muchas situaciones podemos vivirlas a través de hologramas como las películas y las historias ajenas, hemos venido aquí para crecer por medio de la experiencia y no para aplicar sabiduría mental a la experiencia. Todo lo que vivimos es sagrado, sean las drogas o el rosario, las juergas o los divorcios. Lo que sentimos correcto en nuestro corazón en este instante está bien para nosotros, esa es la ley. Lo que nos hace sentir inspirados y tranquilos, lo que nos da paz interna.

Hemos de dejar de seguir las normas sociales, porque ni siquiera existe eso que llamamos sociedad. Tan sólo gentes separadas con sus emociones y sus miedos, deseando ser ellos mismos y no ser juzgados por los demás. Además si aceptas sus principios y temes sus juicios, estás manteniendo la mentira que nos tiene a todos atrapados. Hoy todo el mundo espera nuevas formas inspiradas por el ser que ayuden a conectar con los deseos del alma. Nuevas maneras de hacer política para el bien de la gente y la defensa del planeta, en vez de por intereses sucios y en guerra sangrienta obsesiva contra la oposición. Nuevas empresas que sean creativas y distribuidoras de salud, creatividad y riqueza para todos. Nuevos métodos educativos que enseñen a compartir, a respirar, a disolver las sombras de la juventud, a focalizar la atención, a ser prácticos y a conectar con la sabiduría y no con el conocimiento enlatado en libros hechos por deficientes. Que el niño interno pueda jugar y romper todos los límites con sus sueños y sus ideas locas. Somos parte de la inteligencia colectiva de la tierra y estamos aquí para colaborar en un cambio global de conciencia, que es lo que nos hará sentirnos plenos y realizados.

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