La serpiente se emplumó en la nuca
«Así fué, en verdad. Por su merecimiento y su sacrificio,
el señor quetzalcoatl inventó a los hombres y nos hizo seres humanos.
De ese modo llegó a ser la serpiente emplumada,
el doble precioso, señor y señora de la dualidad.
Así transmitió su aliento y su palabra.»
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Brilla como una turquesa
o como el corazón de piedra verde del precioso jade.
Tu cuerpo ligero y flexible como una serpiente
y tu mente acerada y etérea como una mariposa.
Un canto puro surgido del corazón
que ilumine de arco iris tu envoltura de luz.
Un aliento sagrado que viene y va,
repitiendo quedo el nombre del creador y dador de la vida.
Camina en equilibrio sobre la cuerda tendida entre las dos orillas
y no caigas a los lados.
Expresa la integridad de quien controla su pensamiento y su palabra,
su gesto y su sonrisa.
Nada es la verdad absoluta y nada funciona para todas las gentes.
Cada uno su ser y su verdad.
Inocentes como niños os mantendréis siempre en íntima amistad
con el señor del cerca y el junto.
Y serán los sueños cristalinos de los niños los que guíen a la tribu
y le abran las puertas del futuro.
No pases rápido por la vida para que tu antorcha ilumine
a los que caminan a tu lado.
Encuentra siempre un camino con corazón y en su búsqueda
observa y reflexiona sobre la vida.
Tu corazón es la fuente de todo lo creado
y por ello actúa como un artista que modela este mundo.
Encuentra las respuestas en tu interior,
en el caldo curtido por el amor y la experiencia.
La luz del maestro abre tus oídos y se ofrece como espejo
para que te veas reflejado en él.
El verdadero sanador está unido a la naturaleza,
que le ayuda para curar la enfermedad en su origen.
El padre protege con su buen corazón, donde dios palpita,
y abre las puertas del linaje de los hombres.
Ayuda a tus semejantes con generosidad
y acompaña a los sabios que irradian paz y alegría.
Ten siempre dispuesta la buena palabra que no causa daño
y que hace reverdecer las flores en invierno.
Reza con humildad porque el que conoce la esencia de todo
te contempla y sólo él sabe del misterio.
Cantos y flores para el señor que es noche y viento,
invisible y sutil, tenue y liviano, incorpóreo y etéreo.
Lánzate en brazos de quien nos da la vida
y recibe con cariño su aliento y su palabra secreta.
Sé amigo de dios, paz y respeto en el corazón para todos
y respira cada instante el espíritu.