27 de Julio: La difícil canalización del futuro
El futuro cambia sin descanso según las acciones y sentimientos acumulados cada día por la humanidad. Así que las predicciones de futuro suelen ser poco aceptables, y menos cuando aún falta tiempo para que se produzcan. Lo que hay que entender es que las profecías se revelan para que no se cumplan. No es posible definir tiempo ni espacio para una predicción de futuro, por eso hay que mantener los pies en la tierra ante ese tipo afirmaciones e incluso mantener alerta nuestra desconfianza básica ante el intento por parte de ciertos canalizadores de querer manipular las conciencias. El control es nuestro y ni siquiera el espíritu conoce el día en que las cosas llegarán a manifestarse… Hay que discernir si lo que escuchamos resuena para nosotros o no lo hace, si sentimos que se realizará en nuestra realidad o en una realidad paralela.
Para Kryon, el vidente o canalizador se encuentra con varias barreras de interpretación que debe de atravesar. La primera barrera trata de las cuatro dimensiones comunes: las tres del espacio y el tiempo, ya que al pasar la grieta del otro lado, lo que percibe es algo multidimensional que en buena medida no puede asimilar ni procesar a través de su pensamiento ordinario. Así lo que percibe es tan amplio que tiene que acotarlo para decidir qué es lo que va a trasladar a la cuarta dimensión. Se espera que revele algo del futuro posible para las gentes que habitan el lugar donde se encuentra, se confía en su sabiduría para que acerque lo desconocido del nagual al mundo conocido y formulable del tonal. El tema del tiempo se vuelve tan complejo que es difícil focalizarlo, porque funciona en todas las direcciones paralelas. No se trata de un tiempo lineal de atrás adelante ni un tiempo constante y marcado que avanza siempre a la misma velocidad. Son diferentes tipos y entornos de tiempo que la mente lineal es incapaz de concebir. Pero incluso en lo relativo al espacio reflejamos los límites de nuestras percepciones cotidianas. La teoría cuántica y diversas hipótesis físicas tratan de los diferentes espacios y tiempos, pero aún nos resulta difícil comprender que un objeto estabilizado ante nosotros puede al mismo tiempo estar viajando a enorme velocidad en sus partes internas. La realidad es que observamos diferentes marcos de tiempo según la materia vibre en una u otra frecuencia. El ahora es un tiempo circular, en el que pasado y futuro viven juntos. Lo que cada vidente ve no es exactamente lo que piensa y puede cometer errores en su discernimiento. Incluso puede estar viendo potencialidades que nunca se materializarán sobre el planeta porque ya ha pasado su tiempo, y nada más volver se queda colgado con la imagen catastrofista y olvida el resto. La conciencia colectiva en estos últimos años ha cambiado el futuro miles de veces.
El canalizador no recibe directamente la mente de dios y encima llega con ciertos prejuicios y expectativas personales. Por eso al analizar lo que percibe con su intelecto humano crea una presunción ajena a toda la realidad. Cuando observamos la realidad de dentro de mil años ¿cómo la entenderemos? Si se hubiera logrado la desmaterialización corporal habrían desaparecido las carreteras y los coches, y todo se trasladaría directamente de unas coordenadas a otras incluidas las personas. Un observador actual podría decir que estamos condenados a no movernos porque no hay vías de transporte. Y hace mil años el vidente diría que la Tierra ha sido invadida por criaturas cuadradas cada una de las cuales se come por lo menos a un ser humano y que están por todas partes y dominan la Tierra. Ha habido muchas predicciones erróneas y si uno mira hacia adelante incluso puede ser ciego a los cuerpos ascendidos y ver sólo las dificultades por las que pasarán quienes no estén en la frecuencia vibracional necesaria para ello. Los cambios que están sucediendo son ajustes amorosos de la madre Tierra, tanto en el clima como en los terremotos, en las placas tectónicas bajo los mares o en el agujero de ozono. La última vez que sucedieron fue en la época atlante.
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Siii!!! Totalmente de acuerdo contigo amado Miyo, siempre he «cabeceado» con este tema, dentro de mi no puedo aceptar que nadie, nadie se adelante a lo que la Mente Divina en su momento exacto puede decidir, producir, inventar, la mente Divina es Evolucionaria, evoluciona, cambia, es algo que no podemos definir en su perfecta y constante creacion, quien puede predecir su tiempo? Pienso, siento y creo que yo soy la que tengo la responsabilidad de vivir este minuto presente sintiendo por dentro la certeza y la seguridad que estoy viviendo lo que tengo que vivir, que estoy donde tengo que estar y cumpliendo lo que tengo que cumplir…. Trabajado en la felicidad y el mejoramiento presente lo mejor que pueda y mejorando cada dia mas mi conexion con mi Ser Interior….Te amo Miyo, un abrazo inmenso de hermano…Namaste!!!
Los humanos somos unos aventureros increíbles. Pase lo que pase, creo que es un gran honor y un privilegio estar en la Tierra ahora, creo que será estupendo poder decir dentro de miles de años: yo estuve allí en aquel momento. No me lo perdería por nada del mundo.
Pilar