27 de Diciembre: La sombra de Telecinco

Medrar se ha convertido hoy en un arte. Hay quienes han hecho una profesión de la crítica, del desprecio y de sacar a la luz los chismes y tonterías de su prójimo. Propagan los errores y defectos de los demás sin darse cuenta, como les pasa a los médicos con la enfermedad, que estar todo el día centrados en los asuntos degradantes y en las miserias ajenas, es como alimentarse de basura y degenera nuestra relación con el ser. Hacer gracias sobre los errores y resbalones de los personajes públicos y luego establecer códigos deontológicos para respetarse entre los profesionales del ramo, y que nadie pueda hacerte a ti lo que tú estás haciendo a otros, es algo repugnante e indigno que destruye la integridad del individuo. Se sienten superiores a todos y los miran desde su torre de marfil, pero su imagen a los ojos de cualquier persona consciente, se ha vuelto el símbolo de la oscuridad en lo cotidiano.

Lo que enriquece al ser es estar todo el día centrado en los mejores atributos y cualidades de lo humano; alimentar su alma y la de sus gentes con poemas de gratitud por la vida; ayudar a mantener limpio el manto verde de nuestra madre Tierra y crear obras imperecederas para la conciencia. Y no es porque estas gentes eviten leer los periódicos y ver los telediarios con las guerras, los asesinatos, los abusos de poder, la opresión infantil, las drogas legales… de cada día. Simplemente eligen dirigirse hacia la luz consciente y hacer de ella el objetivo de su vida, sacando de ellos mismos y de los que les rodean lo mejor que anida en su interior. Veamos con claridad la diferencia entre esos depredadores a la caza de la chirigota o a la búsqueda de un escándalo que casi siempre ellos mismos provocan con sus cuentos televisados, y estos otros seres que profundizan en su oscuridad hasta llenarla de luz, y que sólo señalan lo positivo de las personas y las enseñanzas que permiten la libre evolución de la conciencia.

Para estos seres que han alcanzado la paz del corazón, cualquier lugar del mundo es tranquilo como un paisaje de naturaleza salvaje (se trate de un campo de fútbol o un concierto de rock), mientras que para quien está agitado y nervioso porque no conoce su propio centro, hasta la cumbre de una montaña es demasiado ruidosa para él.

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