24 de Junio: La serenidad en el instante

Hace falta una gran integridad para expresase en todo momento como un ser humano pleno, dejando a un lado el ansia de seguridad y sumergiéndonos de lleno en la poza de la existencia. Caminamos con el corazón abierto al poder del amor para sembrar de gestos y flores cada encuentro que la vida nos ofrece, por efímero que sea. Avanzar con el entusiasmo calentando el vientre, con valor y confianza para superar cualquier obstáculo que se presente y aprender de él. Dar cada paso con la conciencia crística bien despierta para aceptar lo inaceptable. Para sonreír tanto a los regalos de la luz como de la oscuridad, manteniendo la serenidad en cualquier circunstancia, y sin olvidar nunca que para un alma inmortal la vida y sus experiencias son sólo un breve momento sobre la Tierra.

Y sin embargo ese momento es el más importante que tenemos disponible, porque esta es la universidad mejor situada para el aprendizaje del alma. Cuando tratas de encontrar lo mejor de cada uno de tus semejantes, siempre encuentras lo mejor de ti mismo en el sendero. Se trata de abrazar la vida como se abraza a un ser amado, con pasión y ternura, sabiendo que somos dueños de nuestra propia energía y que detrás de la naturaleza de las cosas siempre se esconde el vuelo y el éxtasis de la fusión.

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