20 de Marzo: La red energética de alta tensión
En la escuela chrisgaia poco a poco van surgiendo experiencias que manifiestan en algunos de los participantes la activación del cuerpo luminoso solar.
Está vinculado a la radiación que llega del centro galáctico y se experimenta como si nos enchufaran a una línea de alta tensión desde la cima de la corona. Parece un océano de energía que atraviesa nuestro cuerpo en oleadas imparables, como estremecimientos continuos y temblores varios que se alargan durante más de una hora del tiempo común. Esa experiencia cambia totalmente y de manera repentina las coordenadas del cuerpo físico y energético, sanando todas las pequeñas alteraciones y recuperando un nivel de bienestar y de salud olvidado hace mucho tiempo. Sin embargo a veces la electrificación deja huellas considerables en el sistema nervioso y en la percepción de los sentimientos, creando una agitación e intranquilidad que se alarga durante unos días.
Cuando seguimos el camino normal de sanación de nuestros cuatro cuerpos, comenzamos por la mente y el emocional y finalmente se reestructura el físico. Pero en estos últimos tiempos puede suceder al revés, que todo comience por el cuerpo, especialmente si hay bloqueos emocionales antiguos sin resolver, mientras avanzas por el proceso de ascensión. Las llamas invaden el cuerpo y lo queman todo a su paso, dejando una sensación de equilibrio y bienestar incomparable. Se sana el sistema digestivo, los dolores articulares, mejora la flexibilidad y aumenta la disponibilidad de fuerza vital. Fuera los dolores de cabeza, los resfriados y las enfermedades comunes.
El rejuvenecimiento tarda más en percibirse porque florece desde dentro hacia fuera, pero es una promesa firme que llegaremos a sentirlo antes de llegar a la fecha del solsticio de invierno del dos mil doce. También hay que asumir que la muerte va a desaparecer progresivamente del horizonte, y especialmente la inconsciencia que acompaña al binomio nacimiento-muerte. Todo se hará conscientemente, en el caso de que sea necesario dejar este plano para pasar a otro distinto, o si se hace imprescindible cambiar de cuerpo por las razones que sean. Será algo que viviremos en contacto con la luz y la alegría, pero antes hemos de asumir con calma los altos niveles energéticos que nos llegan del centro galáctico. Digo con calma porque a veces producirán conmociones, temblores, espasmos y alteraciones nerviosas. Y lo único podemos hacer cuando nos toca el dedo del espíritu, es relajarnos, descansar, y dejar que el cuerpo reencuentre el equilibrio perdido a otro nivel de frecuencia más alto.
Hay personas de la escuela que me escriben para contarme sobre el despertar del fuego sagrado de la kundalini en sus chakras, y la energía electrónica ascendiendo por sus pies. Y es imprescindible que la fuerza kundalini despierte en el canal central para poder avanzar en el proceso de ascensión y en la activación del cuerpo luminoso (está especialmente implicada en el descenso de la energía supramental desde la corona).
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