2 de Octubre: Los diferentes estados de conciencia
Dice el principito que has de hacer de tu vida un sueño y de tu sueño una realidad. Cualquier sueño ordinario necesita reflexión si queremos descubrir su sentido profundo. Pero el sueño es algo natural y manifiesta su mensaje inconsciente de la manera más directa y precisa que puede concebir. Cada sueño representa de manera espontánea y simbólica lo que está sucediendo en nuestro inconsciente. Hoy los sueños son razonables y hemos perdido la frescura de antaño, ese sueño verdadero que manifiesta el alma en la plenitud de su realidad interna.
Nos hacemos responsables de todo menos de nuestros sueños, a pesar de que son nuestra mejor creación. Y a través de los sueños un alma envía un mensaje a otra alma. Somos reyes en los sueños y mendigos cuando reflexionamos con la mente racional. Y según avanzamos por el camino, más nos damos cuenta que todo se desvanece menos nuestros sueños de cristal. Si rechazas saber algo de ti mismo, ese algo volverá a tu vida en forma de destino inapelable. Porque somos como nos manifestamos en nuestros sueños y no como pensamos ser. Finalmente decir que nuestro inconsciente ama la noche y que el pensamiento onírico es genéticamente muy anterior al pensamiento racional. Por eso somos mucho más que nosotros mismos, porque soñamos, y el sueño del cuerpo equivale al despertar del alma.
En la tradición arcana existen tres estados o planos de conciencia. El primero es jagrata o estado de vigilia, el segundo sushupti o estado de sueño, y el tercero swapna o estado de sueño lúcido, que es más consciente que el propio estado de vigilia. Por su parte los Upanishads distinguen en el pranava aum una trinidad de fuerzas: vaishvanara que es la vigilia con conciencia externa; taijasa, que es el sueño con conciencia interna; y prajña que es el sueño profundo sin sueños o estado de conciencia pura. Por su parte el Radja yoga y el Vedanta añaden el cuarto estado de turiya, que corresponde al despertar de la conciencia y que trasciende a los tres anteriores, porque es el éxtasis de la iluminación.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.