2 de Julio: El humo de las palabras en Orvontón
Siempre hay personas que se preguntan por la posible comunicación con las naves estelares y de cómo podemos establecer contacto directo con nuestros hermanos del cielo. En realidad es casi imposible establecer una conversación eficaz a través de la palabra o la oración, y éste es el principal error-acierto de nuestro sacerdocio. Las palabras no sirven para nada, hay que establecer contacto mental o telepático de manera directa y simple. Hablar es una pérdida de tiempo, que interfiere con la telepatía. Hay palabras que brotan emocionalmente sin estar formadas en la mente, como un géiser sin control, surgiendo de una parte distinta del cerebro que la que se necesita para contactar internamente.
En el otro lado del velo la oscuridad no crea lucha ni desequilibrio, sino simplemente polaridad y flujo. Ese juego es parte de nuestro mundo, pero no de las otras realidades paralelas. Urantia dixit: Dios padre para nosotros, es Cristo Mikha-el, que tuvo su origen en uno de los primeros universos de Orvontón (a ese superuniverso también pertenece nuestro sistema de Nebadón).
Cada superuniverso tiene unos cien mil universos, y Nebadón es el universo número 11.121 de Orvontón, con lo cual ya es madurito en ese sistema, aunque sigue siendo joven en el esquema de la creación. Es el universo número 611.121 de los 700.000 que están en existencia actualmente (Orvontón es el último y más joven de los siete superuniversos en los que se inscribe nuestro mundo).
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