18 de Febrero: Invoca al espíritu
Cuando nos sentimos confusos, en medio de una sensación apática o un tanto angustiosa, ha llegado el momento de hacer un intento poderoso, invocando al espíritu para que envíe a tu vida lo que necesitas saber en este instante, a través de las sincronicidades o signos que muestra a tu alrededor. Quiero que me enseñes, estoy preparado para aprender. Entonces puedes llegar a sentir amor en tu corazón u otros sentimientos profundos de paz, de amistad y de confianza. Incluso si surge el miedo en el vientre, es fácil controlarlo con el aliento, porque de otra forma agitará el mental. Hay que pararlo valientemente y nunca dejarle que traspase el pecho, hacerle entender que asumimos que dios está dentro de nosotros y toma el control de nuestra vida, ahora.
Reconócelo como tu sombra oscura, y rodéalo con el amor de dios que surge del corazón, para que no haya duda en que nunca más le dejarás tomar el mando de tu vida.
Cada lugar de la tierra vibra en una frecuencia determinada y es común que las razas que crecen en cada uno de estos distintos niveles de vibración (asia, sudamérica o áfrica del sur), asuman unas enfermedades comunes que corresponden a esa vibración determinada, utilizando a la enfermedad como una oportunidad de evolución y de futura sanación del planeta. El proceso es que las emociones alteradas, acumuladas en nuestro interior, obligan a luchar unas células contra otras, hasta que de pronto surge una llamada o un grito de rebelión, que llamamos dolor o enfermedad. Y mientras tanto, buscan un lugar del cuerpo dónde manifestarse hasta encontrar el lugar más vulnerable, sea a nivel óseo, nervioso, cardíaco o hepático. Cuanto más enojo se acumula y manifiesta, más células acuden a ese lugar para colaborar en la batalla. Así los humos negros de la violencia y del rencor no sólo polucionan la atmósfera de la tierra, sino que esencialmente alteran nuestro propio cuerpo.
Cualquier enfrentamiento por ligero que sea, si dura más de un minuto, se convierte en un mensaje de destrucción celular.
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Seamos positivos , esta es la base para «inundar» de LUZ a la oscuridad.