17 de Julio: Abrazando el puerco espín del ego
Todas las cosas y todas las actitudes humanas tienen su parcela de verdad, pero esa verdad está en evolución continua, ascendiendo hacia una verdad mayor. Cada experiencia y cada emoción refinan la verdad de dios y lo hacen avanzar en la senda de la consciencia. Dios no es un estado de perfección estática, sino más bien un proceso de transformación continua e ilimitada. Ese es nuestro papel en la creación: servir como transmisores de experiencias para la evolución de la divina presencia que Yo Soy. Se trata de ser capaces de asumir una verdad más grande y plena en cada momento, de que nuestra comprensión se amplíe sin descanso. Pero aquí y ahora la verdad es como la ves en este instante, y por ella tienes que luchar y vivir, después cuando tu cambies ella cambiará.
Todos parecen estar de acuerdo en la lucha contra el ego, pero él es nuestro amigo y aliado, y su pérdida es la pérdida de la razón. En un mundo basado en el miedo el ego nos ha conducido, motivado, y consolado, además de conseguir todos nuestros éxitos. Es el momento de agradecerle toda su ayuda y reconocerle como una parte esencial y maravillosa de nuestro paso por las dimensiones más densas. El ego nos ha dado mucho y ha dirigido nuestra vida en los tiempos de penumbra, cuando ni siquiera sabíamos guiarnos por nosotros mismos. Durante ese tiempo le entregamos nuestro poder y él tomó el mando, fue nuestro jefe y permitió que las cosas sucedieran, teniendo el miedo como guía y sacando a relucir todas nuestras contradicciones sombrías y nuestras historias personales aún no resueltas. Ahora sólo queda que el ego se rinda ante la presencia del espíritu y le sirva. No vale de nada intentar matarlo, porque él es quien mejor nos conoce y sabe todos nuestros puntos débiles y entresijos. Conoce todos tus miedos, lo que te hace temblar y crea dudas en tu interior, pero a pesar de ellos te ha permitido seguir avanzando en la vida. Ahora es él quien teme, porque sabe que lo consideras maligno y que quieres deshacerte de su presencia. Que es el enemigo y no se puede creer en sus consejos. Pero el ego es un aspecto real de nosotros mismos, una herramienta divina, y no podemos autodestruirnos. Cada vez que tu mente quiere acabar con el ego le asustas y él te conduce hacia el miedo y la destrucción. Te ayudó a sobrevivir en un mundo caótico y es una de las causas de que todavía estés aquí. Nadie más que el ego dijo ¡adelante! cuando todo lo demás estaba abocado al fracaso. Hoy tienes que enseñar al ego a jugar en el equipo de la confianza, del amor, de la alegría, una vez abandonado el equipo del miedo, del interés personal y del egoísmo. Tienes que aceptar y abrazar a tu ego para que se anime a entrar en el nuevo mundo que estamos descubriendo. Necesita de tu sonrisa, de tu comprensión, de tu apoyo y de tu amor. El ego es como tu hermano interno y debe quedar claro que le agradeces las batallas de separatividad que has vivido a su lado y que te han permitido alcanzar un nuevo nivel de conciencia amorosa y unitaria.
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