El descanso reparador

El descanso es esencial cuando estamos enfermos o cansados. Es el tiempo en que las células soldado (como las abejas) se ponen en funcionamiento para luchar contra la infección, o el exceso de ácido láctico, y permitir una pronta recuperación. Seguir batallando cuando el cuerpo pide un poco de paz tan sólo retrasa el proceso de restablecimiento. Lo mismo sucede con las enormes descargas de energía estelar que estamos recibiendo en los últimos años. Los cuerpos necesitan su tiempo cuando tienen que asimilar las nuevas energías superiores que descienden en nuestra atmósfera. En el caso de que la mente consciente deje a un lado esta situación de cansancio y dolores, evitando pensar en la situación del planeta, llegará la depresión. Pronto el rencor y la ira se manifestarán externamente.

Pero si penetra en el juego consciente le alcanzarán las nuevas energías de paz y alegría, que tienen como misión librarnos de una vez por todas de esas vidas de separación, dolor y oscuridad que tanto nos ha costado atravesar. Se trata de abrirse a la luz, entenderla, irradiarla desde el interior, en definitiva iluminarse, encandilarse. Hemos avanzado mucho en liberar el dolor acumulado en los cuerpos emocionales, pero según la frecuencia energética va aumentando sentimos más necesidad de esa purificación, e incluso nos preguntamos de dónde salen esas emociones tan profundas que vienen de la memoria del alma, que se han mantenido ocultas fermentando por muchas vidas. Es el tiempo para que comience la fiesta del final de este ciclo, que nos ha servido para experimentar la separación. Un tiempo de felicidad porque nos preparamos para liberar toda la dependencia, el miedo, la violencia y el materialismo y regresar a la luz y el amor por todo.

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