12 de Noviembre: La copa de hiel y de ambrosía

Todo lo que se presenta en la vida está aquí para que puedas disfrutarlo, venga con envoltorio dorado o con papel de estraza. La maravilla y el horror, las impresiones fuertes o los accidentes, el miedo cerval, la envidia, el amor o la fealdad. Hay quién elegirá la medianoche y el chile, y hay quien preferirá el esplendor del sol y la miel. Pero hemos de beber la copa de la vida en su totalidad, el cielo y el infierno, porque cada situación viene a enseñarnos algo y a divertirnos con sus contrastes y diferentes cualidades. Hemos de pasar por los dos lados del espejo y examinar con atención cada una de las posibilidades de la vida, tanto en su aspecto armonioso y equilibrado, como en su aspecto disonante y brutal. Después de un tiempo, archivaremos las experiencias y las devolveremos a la fuente, teñidas por la cualidad de nuestra conciencia.

Cuando nos encontremos indecisos ante las situaciones que se nos presentan, es el momento de preguntarnos si todavía queremos seguir en esa tesitura o cambiar definitivamente de melodía. Lo que cuenta es la decisión que tomemos, ya que será ella la que cambie el contexto de la realidad conocida y lo transforme en otro paisaje alternativo.

La presencia o chispa divina del ajustador del pensamiento está en todas partes y palpita en el corazón de todos los seres, desde lo más denso a lo más sutil. No puedes percibirla por los sentidos pero en el silencio amoroso lograrás fundirte con su verdad viva y sin forma. Si la encuentras serás libre para siempre y tú mismo te convertirás en la verdad del ser, capaz de viajar más allá del dolor, la enfermedad y la muerte.

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