10 de Julio: Los muchos ladrillos del yo
Ninguno de nosotros pertenece a la masa anónima, ninguno es sólo un grano de arena, ninguno es un insignificante ensayo en la historia de la evolución de la conciencia. Más que uno entre muchos somos muchos en uno. Muchas personalidades, muchas encarnaciones, muchos linajes, muchos seres multidimensionales que Yo Soy. Mi mundo está constituido por mis pensamientos y por ello es necesario entender su poder creador. Cada pensamiento que tenemos más allá del velo se vuelve instantáneamente un úkase, una orden imperativa que se cumple al instante, pero en este lado llegamos a creer que nada de eso tiene la menor importancia. Sin embargo nuestro mundo está compuesto por los ladrillos de las percepciones y unificado por el cemento de los pensamientos y sentimientos que les acompañan. Universo es eso, un mundo para ti que depende de ti, el lugar del juego de los espejos.
Antes que tú llegaras pasaron millones de años, luego del amor y del polvo de estrellas renaciste aquí, en la tierra gaia. Cuando te vayas aún, seguirán naciendo y muriendo nuevas culturas y el ser humano visitará mil planetas… Sólo el ser, que es la luz del sancta santorum en tu interior, está más allá del tiempo y de la historia, más allá de razas, las civilizaciones, las creencias e incluso las religiones. Siempre, para siempre y por siempre.
La vida se adultera cuando le agregamos elementos tóxicos, cuando la mezclamos con algo impuro, de mala calidad o contaminante. Se dice también que volverse adulto es hacerse maduro, crecer, abandonar las auto satisfacciones juveniles, perder la inocencia, preocuparse de los demás y convertirse en otra cosa. Pero ¿con qué tipo de ingredientes hay que mezclar la juventud para hacerla adulta o adulterarla? ¿No es verdad que todo el mundo tiene que crecer y abandonar las fantasías juveniles? Hoy la dura realidad de la mentira y del dólar crea muchos desórdenes emocionales que son tratados con drogas legales (lo son cuando pagan impuestos), en vez de que la profesión médica asuma de una vez que vivir en este mundo en que la política hipócrita y partidista campa por sus respetos, crea la enfermedad y la expande como un alud de nieve.
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